"A 100 AÑOS DEL DESBORDE"...(Primera parte)
Hace ya casi 100 años, en unas lejanas, únicas y hermosas tierras, al interior de un pueblo, llamado Punta Arenosa, cruzado por un pacífico rio, bautizado Rio Minas, que a pesar de lo hermoso, recibía los desechos y basura de gran parte de su población, casi 130.000 almas, y otras tantas que andaban siempre de paso, un fin de semana, se sobrevino una gran nube que descargó 150 litros de agua sobre cada metro cuadrado de tierra, en sólo un par de noches. La población no estaba alertada, pues los que la dirigían le temían mucho a equivocarse y al fracaso, los paralizo el miedo.
Esta cantidad de agua desbordó el hermoso río, provocando un gran daño, sumergiendo a sus casas en agua y barro, los sectores bajos fueron duramente golpeados, la ciudad se trastornó. Sus habitantes eran gentes con mucho ánimo, fuertes, duras, en ocasiones muy decididos y guerreros, Rápidamente salieron algunos jóvenes voluntarios a las calles a socorrer a sus paisanos, los siguieron bomberos, personal de orden y seguridad. A las Fuerzas Armadas, gentes ordenadas, obedientes y muy preparadas , que contaban entre sus filas con muchos jóvenes y adultos sanos, agiles y bien alimentados además de mucho equipo para emergencias, pues en un tiempo debieron proteger sus fronteras por las locuras de sus vecinos, les fue imposible salir a colaborar masivamente, pues estaban a las órdenes de los gobernantes y estos últimos aun no podían pensar para mandar, sólo se arriesgaron a enviar un par de buzos que se los llevó la corriente, un bote y un par de jeep.
Terminada la gran inundación, el pueblo comenzó a despertar, al inicio el alcalde busco a los culpables, no era momento, a él le costaba ver la realidad, pues vivió siempre hablando de juegos, incluso cuando enfrentaba tiempos duros, enfermaba, era muy joven e inexperto, perdía el rumbo con facilidad. A los días, los enviados y representantes del presidente de esta pequeña y rica nación iniciaron los contactos y organización para la recuperación de la ciudad. Tímidamente se comenzó a tomar el mando, movilizando a los señores que se encargaban de mantener los caminos, los señores que mantenían las calles y los señores que dibujaban los edificios y las casas que se hacían para el pueblo, dirigidos solo por un pequeño grupo de hombres, sin experiencia y lentos, a pesar que sus dirigentes eran muchos, dueños de un fino vocabulario, sabían muy bien hacer circular papeles, muy estudiosos y se dedicaban a hacer bellos dibujos y acabados planes.
Por la indiferencia y ningún cariño del pueblo con su rio, le descargaban desechos y basura, por esto el desborde contamino grandes sectores, pues además de agua, barro y arena, arrastro también todos los desechos que recibía y los deposito por un gran sector. Afortunadamente los encargados de la salud de las gentes que habitaba este hermoso pueblo se atrevieron a alertar a la población por probables contagios de virus, como era natural, obligando a restringir al máximo el consumo de agua de la red pública, controlar su uso para lavado personal y todo elemento para preparación de comida, siempre hervirla, para prevención, incluso se dijo que las gentes debían desinfectar sus zapatos antes de entrar a sus casas, las gentes comenzaron a descubrir la calidad del agua nada más inspeccionando los estanques de sus inodoros, por mucho tiempo en el fondo de los estanques se acumulaba material dañino para la salud. En esta lejana y tranquila ciudad el ...(continuará)...
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