domingo, 14 de mayo de 2017

"BIOGRAFÍA DE UN GRANDE"

Profesor: Luis Orlando Torres Mellado.
Profesor destacado, IV JUNTE LICEANO 2017 / 11-12-13 agosto.
Organiza: Fraternidad Cuartos Barrera.

Luis Orlando Torres Mellado, nació el 4 de junio de 1992 en Tocopilla, fue el mayor de los hermanos y siempre se preocupó mucho de ellos, pagando los estudios de varias de sus hermanas menores. Siempre quiso estudiar Derecho, pero la muerte repentina de su padre lo obligó a postergar ese sueño para pasar a ocuparse de sus hermanos menores. Realizó sus estudios de 1º a 6º Humanidades en el Liceo Barros Arana en Santiago y se tituló de profesor de estado en Matemáticas y Física en la Universidad de Chile. Asume el cargo de Profesor de matemáticas y física en el Liceo de Hombres de Punta Arenas en el año 1949, en donde trabajó hasta el año 1987, año en que se acoge a jubilación. Se casa con Otilia Reyes con quien tiene dos hijos, Patricio y Jaime, quienes cumplieron con su sueño postergado al estudiar ambos derecho y convertirse en abogados. La señora Otilia fallece de un derrame cerebral cuando sus hijos eran muy pequeños. Contrae segundas nupcias en el año 1965 con la señora Sonia Sansotta, profesora de estado en biología y ciencias naturales con quien tiene dos hijas, Annamaría y Andrea, además de un hijo, Mauricio Javier quien fallece a los tres meses de vida, dejándolo sumido en una gran pena, la que se repetiría al fallecer trágicamente su hijo mayor Patricio en el año 1999. Al jubilar fue llamado por el señor Humberto Vera para trabajar en el colegio Punta Arenas en donde se desempeñó como profesor de física durante 4 cuatro años. Se caracterizó por su sentido del humor, extremadamente “negro” y no siempre bien comprendido. Además por su semblante siempre serio y su porte bien derecho, lo que, por lo que cuenta la historia, le valió sus apodo emblemático, “Pinito” , que dicho sea de paso nunca le agradó.
Era un lector insaciable, le gustaba muchísimo el bridge y el ajedrez, juego que compartió con su hija menor Andrea, era muy culto y si de algo me acuerdo es que siempre sabía todo lo que yo le preguntaba. Era de pocas palabras pero cuando hablaba encantaba. Era estricto con los permisos pero tenía un sentido del humor tan desarrollado que uno se lo perdonaba. Se le diagnosticó la enfermedad del Parkinson y eso significó que sus últimos meses fueran muy duros y tristes, falleció el 28 de marzo del año 2006, dejándonos inmensamente tristes por su ausencia pero a la vez felices de haberlo tenido y orgullosas del gran hombre que fue. Hasta el día de hoy cuando encontramos exalumnos suyos nos hablan con cariño y respeto de él y eso nos pone inmensamente orgullosas. En su funeral una frase nos encantó y la pusimos en su lápida: Los que lo vieron lo recordarán, los que lo conocieron no lo olvidarán.

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