UNA MIRADA AL RECUERDO DE UN PADRE..."Antonino Reyes Vera"...Autor: Cristina Reyes Scott (hija)... Mi padre, don Antonino Reyes Vera, no solo fue un destacado educador sino que también un hombre que dedicaba gran parte de su tiempo libre a instruirse en varias disciplinas, entre ellas la pintura, la lectura, el estudio de otros idiomas, la música y bueno, también a jugar horas y horas y sin quejarse, a la pelota conmigo. Incluso después de haber llegado muy cansado de su trabajo. En lo relacionado a pintura, cada vez que un vendedor venía de Stgo. a ofrecerle cuadros, él inefablemente le compraba uno. Gran admirador de los impresionistas, igual pudo hacer un cuadro que practicamente fue una oda al cubismo ya que si se le miraba bien, parecía una obra de Picasso. En lectura gustaba él de leer acerca de todo, principalmente respecto al universo y a los famosos hoyos negros...era un experto en la materia. Eso tenía mi papy, que cuando algo le interesaba lo estudiaba hasta dominarlo completamete, tanto así que era casi imposible seguirle la conversa pues todo lo que decía era con conocimiento de causa. Para qué decir en cuanto a idiomas...! El British School lo llamaba a él para tomar los exámenes de fin de año a sus alumnos dado que él era por donde lo miraran, un verdadero gentleman, además que había hecho un Master of Art en Inglaterra por lo que comprenderán que nuestro "five o'clock tea" era infaltable en la casa, día tras día. También los curitas lo llamaban para que les tomara examen a los sacerdotes próximos a ser consagrado en el idioma Latín. Podría decir que era un autodidacta, incluso en la música. Un día lo acompañé al gimnasio del Liceo donde había un piano y se puso a tocar esa bella melodía que aún resuena en mis oídos: Tuyo es mi corazón..." Se suponía que la que tocaba el piano era yo! Me sorprendió realmente.
Y así también podría contarles por ejemplo que aprendió a leer sólo, que cuando estudiaba en la Universidad, también trabajaba por algunos días con quien llegó a ser un connotado fotógrafo japonés, Nanyo San y de él seguramente heredó su amor por la fotografía y el cine pues recuerdo que a mis cinco años yo ya estaba en pantalla pues nos filmaba a menudo, además de conseguirse películas que proyectaba a los vecinos y parientes. Como ven, era multifacético y supo gozar de la vida tanto con su profesión como con sus hobbies. Era un hombre honrado, de andar pausado y que a través de sus "antiparras" como llamaba a sus lentes se maravillaba con lo que la vida le ofrecía. Hombre sencillo y siempre con la palabra precisa para sus queridos alumnos....papá te quiero.
Cristina Reyes Scott
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